¿EDUCAR ES LO MISMO QUE ADIESTRAR?
Llevamos bastante tiempo observando esta gran duda en la gente y, desde SAFIRA, nos gustaría aclarar los términos y las funciones tanto de un educador como de un adiestrador.
El adiestramiento está relacionado con el aprendizaje de determinadas destrezas básicas en los perros como pueden ser el sentarse, tumbarse, caminar junto al acogedor y la llamada, conocido como obediencia básica y también la obediencia avanzada que incluye las mismas ordenes que en el adiestramiento básico pero con mayor dificultad como pueden ser distracciones y distancia. También se incluyen otras destrezas como pueden ser dar la patita, buscar objetos, quedarse quieto y muchas otras más.
Por lo tanto, el adiestramiento está relacionado con el desarrollo cognitivo del perro, es decir, que permite estimular su inteligencia, los mantiene más motivados y con ganas de aprender nuevas tareas. Todo esto siempre que se lo adiestre sin castigos, sin collares de ahorque, descarga eléctrica o de pinchos.
Desde Safira apoyamos un adiestramiento positivo, en el cual, tanto el perro como el acogedor disfruten del proceso de aprendizaje. No queremos un perro que aprenda a partir de evitar castigos, queremos un perro que tenga ganas de aprender y que confíe en nosotros, en el acogedor y el entorno familiar, ya que sabemos que los beneficios son mucho mayores, tanto a nivel cognitivo como emocional.
La educación canina está relacionada con el diagnóstico y tratamiento de problemas de conducta y comportamiento. Se vale de diferentes herramientas como pueden ser la habituación , la desensibilizacón, el contracondicionamiento, los refuerzos, entre otras técnicas de modificación de la conducta. También utiliza el adiestramiento como un medio para solucionar determinados conflictos. Por lo tanto, un educador canino también es adiestrador.
Un educador canino es quien nos ayuda a poner normas, límites y reglas en la relación cotidiana tanto con el entorno familiar, con otros humanos y con otros perros. Es quién permite solucionar temas tan comunes como los trastornos derivados por la separación, la agresividad dirigida hacia perros y humanos, la eliminación inadecuada y muchos otros inconvenientes.
Por lo tanto, y para dar un cierre al artículo, que un perro esté adiestrado no significa que esté educado. Que un perro sepa dar la patita no quiere decir que no salte como un loco a las personas cada vez que entran por la puerta. Que un perro sepa quedarse sentado por más de 20 segundos no significa que no tendrá conductas agresivas hacia otros perros o humanos. Que un perro busque objetos y me los traiga no solucionará la ansiedad por separación. Sería lo mismo que pensar que un niño ya está educador sólo por asistir al colegio de lunes a viernes.
Tengamos en cuenta estos conceptos a la hora de acudir a un profesional canino.
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