Las flores de Bach tienen su origen en la
década de 1930. Edward Bach
era un doctor con una formación consolidada
y además albergaba un conocimiento profundo del mundo espiritual, él supo combinar ambas vertientes en un sistema de sanación
holístico.
Las “flores de Bach” son una terapia natural, energética y muy efectiva a la hora de contribuir a la recuperación de diferentes estados de desequilibrio en los animales; y en este caso en particular, en los perros. Aunque ya desde hace tiempo se vienen utilizando estos tratamientos en humanos, hay una corriente que se desarrolla con fuerza en la aplicación de las esencias en los todos animales.
Estos
desequilibrios generalmente tienen su origen en una perturbación a nivel
emocional que pueden manifestarse como síntomas de una enfermedad. A través de
la energía vibracional de las esencias florales se busca la restauración del
estado integral de salud en los cuerpos sutiles de los seres vivos.
Los tratamientos
florales son muy bien recibidos por los perros. Además les ayuda a avanzar en las terapias de modificación de conducta como son la ansiedad por separación, los miedos y
fobias, la agresividad, etc. debido a que el perro se encuentra más relajado, con menos
ansiedad y por consecuencia, más predispuesto para el aprendizaje de nuevas
conductas.
Por
este motivo, en nuestro centro trabajamos cada caso de manera integral, no sólo
los hábitos de comportamiento del perro, sino también sus emociones y las del acogedor,
que muchas veces con sus ritmos de vida y sus propios conflictos afectan, sin
pretenderlo, al compañero canino que convive con ellos.
Desde
un acompañamiento continuado y el respeto por la situación particular de todos
los miembros de la familia, ofrecemos un tratamiento floral que otorgue
el bienestar que buscamos.
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